El Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica

12.1.8 El perdón de los pecados en el Servicio Divino

La posibilidad del perdón de los pecados, se debe únicamente a la gracia de Dios. Su amor al hombre pecador quedó demostrado en la encarnación de Dios en Jesucristo y su muerte en la cruz. Este sacrificio perfecto y eternamente valedero es el fundamento del perdón de los pecados.

El perdón de los pecados (Absolución) no es un Sacramento, pero sí una condición previa para recibir dignamente los Sacramentos. Se anuncia inmediatamente después de la oración del “Padre Nuestro" pronunciada por toda la comunidad, con las palabras:

“Por encargo de mi enviador, el Apóstol, os anuncio el alegre mensaje: En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, el Hijo del Dios viviente, os son perdonados los pecados. ¡La paz del Resucitado sea con vosotros! Amén."

La comunidad confirma con “amén" que acepta con fe el perdón.