El Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica

12.4 Asistencia espiritual

En los informes sobre la conducta de Jesús se puede reconocer qué significa la asistencia espiritual. Él se dirigía a los pecadores sin acepción de personas y les hacía sentir su amor. Él oía a los demás, ayudaba, consolaba, aconsejaba, exhortaba, fortalecía, oraba y enseñaba.

Jesús ha venido para todos los hombres, pero no todos lo aceptan. El Padre le ha confiado los suyos. Él los quiere guardar y no perder a ninguno de ellos (Jn. 17:12).

Las palabras y obras de Jesucristo son el ejemplo perfecto de asistencia espiritual; cada asistente espiritual se debe orientar en el Hijo de Dios.

A tal efecto, Jesús brinda la imagen del buen pastor que conoce a los suyos, habla con ellos y les antecede: “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas [...] Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano" (Jn. 10:11 y 27-28). De esto se deduce que los asistentes espirituales tienen el deber de “apacentar" el rebaño de Cristo y prepararlo para el retorno del Príncipe de los pastores, Jesucristo. Esto lo hacen “voluntariamente" y “con ánimo pronto" (1 P. 5:2-4).

Además, la asistencia espiritual es una tarea de toda la comunidad, también relacionada con la ayuda práctica en la vida; son válidas las siguientes palabras: “Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis;estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí" (Mt. 25:35-36).

En la Iglesia Nueva Apostólica, la asistencia espiritual tiene como objetivo ayudar al prójimo en el camino que conduce a la redención del pecado y la muerte, y a llegar a ser la imagen de Cristo. El fundamento y la capacidad para ello, se encuentran solamente en el sacrificio de Jesucristo. El serio propósito del creyente de fusionarse con la naturaleza de Cristo, es respaldado por una asistencia espiritual realizada con delicadeza.

A sus Apóstoles encomendó Jesús el encargo de dedicarse por su mérito a los pecadores y permitirles experimentar la reconciliación con Dios, conforme a Mateo 28:18-20. El Apóstol Pablo destaca este aspecto esencial del encargo de asistencia espiritual apostólica: “Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios" (2 Co. 5:20).

Los Apóstoles y los portadores de ministerio autorizados por ellos, tienen el deber de ayudar a los creyentes para estar preparados y dignos en el retorno de Cristo. Hasta ese momento, acompañan a los confiados brindándoles asistencia espiritual en su camino personal, en las más diferentes situaciones de la vida.

EXTRACTO

Las palabras y obras de Jesucristo son un ejemplo para la asistencia espiritual. (12.4)

La asistencia espiritual tiene el objetivo de ayudar a los creyentes para estar preparados para el retorno de Cristo. Los asistentes espirituales acompañan a los confiados en las más diferentes situaciones de la vida. (12.4)

La asistencia espiritual, también relacionada con la ayuda práctica en la vida, es una tarea de toda la comunidad. (12.4)