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- El Apóstol Mayor visita el norte de Alemania
Zúrich/Aurich. A principios de febrero el cabeza de la Iglesia internacional, Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider, viajó al norte de Alemania. Durante el servicio divino en Aurich del domingo 2 de febrero de 2014 se despidió del Apóstol Eckehard Krause, que pasó al descanso tras 38 años de actividad ministerial. El hasta entonces Obispo Dirk Schulz (50) fue ordenado como su sucesor.
Durante sus muchos años como portador de ministerio de la Iglesia, el Apóstol Eckehard Krause (65) estuvo activo en casi todos los países del área de trabajo de la iglesia regional del norte de Alemania. Sirvió en las comunidades del Ural y en Siberia Occidental así como en Finlandia y Escandinavia. En Alemania se movía por los distritos de Hamburgo, Schleswig-Holstein y sobre todo Bremen. El Apóstol Mayor Schneider valoró los muchos años de trabajo del Apóstol y lo deseó la bendición de Dios en su periodo de descanso.
Al margen de un nuevo Apóstol, también se ordenó a un nuevo Obispo: Rainer Knobloch (57) recibió este alto ministerio. Es oriundo de Hamburgo y se hará cargo del distrito de Obispo que hasta la fecha ha estado bajo el cuidado del nuevo Apóstol Schulz.
Confiar en el Señor
El Apóstol Mayor celebró su primera visita al norte de Alemania en la comunidad nuevoapostólica de Aurich. El servicio divino fue retransmitido vía satélite a muchas comunidades del área de trabajo del Apóstol de Distrito Rüdiger Krause. De esta manera más de 16.000 participantes pudieron participar del servicio divino. El líder espiritual de la Iglesia predicó según Mateo 16:24: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.» Sobre esto comentó el Apóstol Mayor: «Tomamos nuestra cruz, ya que somos obedientes, porque somos cristianos, porque confiamos en el amor de Dios.»
Una de las declaraciones clave en la prédica del Apóstol Mayor: «La aflicción no produce la bienaventuranza, sino el seguimiento en tiempos de aflicción produce la bienaventuranza.» El seguimiento en aflicción produce resultados en la vida cotidiana. «El que lleva su cruz como Cristo, podrá experimentar como aumenta su paz, como se intensifica su alegría y como se vuelve más paciente. ¡El que lleva una cruz de esta manera no es débil, sino fuerte en Dios!»
Léase nuestro amplio informe (en alemán) en la página web de la Iglesia Nueva Apostólica del norte de Alemania.