Estabilidad espiritual

Nuestra confesión al Hijo de Dios nos acompaña a lo largo de nuestra vida; es el contenido de nuestros Servicios Divinos y nuestras conversaciones. Pero también es una expresión de nuestra relación con Dios y de la seguridad y la esperanza con las que vivimos.

En nuestro segundo artículo de la fe, confesamos nuestra fe en el Hijo de Dios: "Yo creo en Jesucristo, el unigénito Hijo de Dios, nuestro Señor, concebido por el Espíritu Santo, nacido de la virgen María, que padeció bajo Poncio Pilato, que fue crucificado, muerto y sepultado, que entró en el reino de la muerte, que al tercer día resucitó de los muertos y ascendió al cielo, y está sentado a la diestra de Dios, el Padre todopoderoso, desde donde vendrá nuevamente".

Esta confesión nos acompaña a lo largo de nuestra vida; es el contenido de nuestros Servicios Divinos y nuestras conversaciones. Pero también es una expresión de nuestra relación con Dios y de la seguridad y la esperanza con las que vivimos. De ella se derivan tres pilares de nuestra fe que nos dan estabilidad espiritual para todo el año:

  1. ¡Jesús me ama! Él demostró su amor muriendo por ti y por mí.
  2. ¡Jesús es el más fuerte! Tiene todo el poder. Venció el pecado, la muerte y el infierno.
  3. ¡Jesús vendrá nuevamente! Es para nuestra salvación y redención.

Estos tres pilares nos brindan orientación y estabilidad en nuestra vida, incluso cuando alguna vez vacilemos, cuando el viento sople fuertemente en nuestro rostro.

También en el año 2021 seguimos decididos: Nos orientamos en Jesucristo. Ajustémonos a la voluntad de Dios. Sigamos comprobando si todo en nuestra vida armoniza con Jesucristo. Y si no es así, tomemos las medidas y hagamos las correcciones necesarias.

¡El Señor viene pronto! Esta es nuestra fe, nuestra seguridad y nuestro gozo anticipado.

Jean-Luc Schneider

Abril 2021