Renunciamiento

Estos días marcan el inicio del tiempo de pasión. En las semanas previas a la Pascua, muchas personas intentan renunciar a ciertas cosas para concentrarse en lo esencial.

¿A qué renunciamos? Jesús dijo una vez: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo” (Marcos 8:34). Esto no significa que tengamos que renunciar a nuestra personalidad. Somos lo que somos, podemos disfrutar de nuestra vida terrenal y no tenemos que renunciar a nada solo porque nos produzca alegría. Si amamos a Dios con todo nuestro corazón, solo deberíamos hacernos una pregunta: “¿Interfiere lo que estoy haciendo en mi relación con Dios?”.

Renunciemos a todo lo que podría poner en peligro nuestra unidad con nuestro Padre celestial.

Impulso de un Servicio Divino del Apóstol Mayor

Marzo 2022