Isaías 43:19 dice: “He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad”.

Lamentablemente, suele ocurrir que lo poco atractivo es mucho más evidente, se reconoce más rápidamente, que lo bello. Ni siquiera hay que buscarlo mucho, literalmente salta a la vista; y si alguna vez uno mismo no lo ve, no suele pasar mucho tiempo hasta que alguien viene y nos lo señala: “¿Escuchaste que...?”. Se cumple así el viejo dicho del periodismo de que solo las malas noticias son buenas.

Ahora bien, no se trata de no poder nombrar las cosas negativas con claridad o incluso barrerlas bajo la alfombra. Se trata de reconocer lo bello, que es tan variado. Gran parte de lo nuevo que Dios crea ya existe, ya está por salir a la luz. Para conocerlo, es posible que haya que hacer un poco más de esfuerzo. Pero el esfuerzo vale la pena. Ya no se ve solo el desierto y la soledad; de repente se ven los caminos y los ríos que Dios crea para nosotros. Él está creando algo nuevo, donde todo lo poco atractivo, todo el mal que nos rodea ya no existirá. Él nos redimirá y nos llevará a su reino. ¿Lo conocemos?

Impulso de un Servicio Divino del Apóstol Mayor

Julio 2022