Amados hermanos y hermanas:
Miramos hacia atrás a un año lleno de acontecimientos en el que de una manera u otra hemos podido experimentar la cercanía y el acompañamiento de nuestro Señor. Porque una cosa es cierta: Dios también continuó su plan de redención en 2022 y nos lleva más cerca de nuestra meta: participar en la Primera Resurrección, para luego servir a Cristo como sacerdotes y reinar con Él en el reino de paz. Así lo leemos en Apocalipsis 20:6.

El que en el reino de paz esté dotado de la autoridad de Cristo, podrá cumplir su servicio y su encargo sin obstáculos. El servicio consistirá en predicar el Evangelio a los seres humanos y conducirlos a Dios. Reinar no significa reinar en el mundo, sino dar testimonio de la supremacía de Cristo como encarnación del amor y la misericordia de Dios.
Jesús ya hoy nos llama a servir y reinar en este sentido. Así, nuestro lema para 2023 es: Servir y reinar con Cristo.

Hoy ya servimos al dejar nuestra vida cotidiana para asistir a los Servicios Divinos y adorar a Dios juntos. Además, servimos a Jesús poniendo en práctica su Evangelio en nuestra vida diaria. Y nuestro servicio al prójimo es amarlo como Cristo nos ama.

También para el año 2023 hemos sido llamados a reinar con Cristo. Sin embargo, esto no significa que tratemos de ejercer poder sobre nuestro prójimo, sino de llegar a ser señores de nuestros propios pensamientos y acciones con la ayuda de Cristo:

 Su amor no divide, sino une.

 Su gracia nos restaura después de las derrotas.

 Su sabiduría nos ayuda a aprender de nuestros errores.

Así que tampoco estamos indefensos, expuestos a la tentación, sino que podemos reinar sobre el pecado cuando está a la puerta de nuestro corazón.
La mejor manera de conseguir y mantener el control de nuestra vida es dejar que Cristo reine en nuestro corazón.

Junto con todos los Apóstoles, ¡os deseo un Año Nuevo bendecido y pleno!

Con cordiales saludos,

Jean-Luc Schneider

Enero 2023