En el tiempo de Pasión nos ocupamos del sufrimiento y la muerte de Jesucristo. Pero esto no debe entristecernos. En realidad, es un motivo de agradecimiento.

El sufrimiento y la muerte de Jesucristo nos demostraron cuánto nos ama Dios. Y en el tiempo de Pasión recordamos con agradecimiento lo que el Señor Jesús ha hecho por nosotros. Eso también nos da confianza y valor. Siempre siento una gran alegría interior porque sé que, al fin y al cabo, ¡Él es el más fuerte! Y aunque todo el mundo estaba en su contra, Él ganó.

En los tiempos que vivimos, eso también es fuente de confianza, de consuelo: Él es el más fuerte, Jesús siempre vence al final. Eso es reconfortante. Por supuesto, el tiempo de Pasión también es tiempo de exhortación. Recordemos que el Señor Jesús tuvo que luchar contra el mal y sufrió mucho. Esto debería servirnos de advertencia para tomarnos en serio el mal y no trivializarlo. Necesitamos un Ayudador para salvarnos del mal.

De un Servicio Divino del Apóstol Mayor

Marzo 2023