La ascensión como meta de nuestra vida

Jesucristo murió, resucitó y ascendió al cielo. La ascensión fue la conclusión y la coronación de su existencia terrena. Sin la ascensión, la resurrección no habría sido completa. Ambas van estrechamente unidas.

Pero la ascensión no solo debe ser la conclusión y la coronación de la vida de Jesucristo en esta tierra. También es nuestra meta que la ascensión sea la conclusión y la coronación de nuestra vida en esta tierra. Nuestra meta es nuestra propia ascensión.

Jesucristo fue un verdadero ser humano. Como verdadero ser humano llevó a cabo su misión y como verdadero ser humano fue al cielo, es decir, a la comunión con Dios.

Eso nunca había sucedido antes, que un ser humano pudiera llegar a estar en comunión con Dios y compartir la gloria de Dios, tener una comunión estrecha con Dios. Fue algo completamente nuevo. El nuevo hombre en Dios pudo llegar a la comunión con Dios, abriendo así el camino para que todos los seres humanos tuvieran la oportunidad de estar en comunión con Dios.

De un Servicio Divino del Apóstol Mayor

 

Mayo 2023