Comunión en todas las situaciones de la vida

La asistencia espiritual significa estar cerca de las personas. Alentar, crear confianza, dar seguridad, transmitir fuerza, exactamente para la situación de la vida a la que hay que hacer frente en ese momento. Andar juntos en el camino que lleva a través de Jesucristo a la salvación.

Su palabra y sus obras son el ejemplo perfecto de asistencia espiritual. Cristo es el buen pastor que conoce a los suyos, habla con ellos y les antecede. Él vino para todos los seres humanos. Quiere guardar a todos los que le han sido confiados y no perder a ninguno de ellos. Jesús se dirigió a todos, sin acepción de personas y les hacía sentir su amor. Él oía a los demás, ayudaba, consolaba, aconsejaba, exhortaba, fortalecía, oraba y enseñaba.

Asistencia espiritual: en lo posible, individual

La Iglesia Nueva Apostólica ve como una misión central seguir este ejemplo. Esta prioridad se expresa en la disponibilidad de portadores de ministerio. En todo el mundo, hay aproximadamente 37 miembros de comunidad por cada portador de ministerio. Esta proporción permite una asistencia espiritual claramente individualizada.

Esto es especialmente cierto ya que no solo los Diáconos, Pastores y Apóstoles ordenados tienen un encargo de asistencia espiritual, sino que también lo tiene un número similar de encargados de las áreas de niños, jóvenes y adultos mayores. Muchas mujeres y hombres comprometidos trabajan en forma casi exclusivamente voluntaria: por propia voluntad, por convicción y para la gloria de Dios.

Asistencia espiritual: bien personal

Todos los miembros de la Iglesia Nueva Apostólica tienen derecho a una asistencia espiritual individual. Los asistentes espirituales se ocupan a ellos sin importar el género, la edad, el origen, el color de la piel, la nacionalidad o la orientación sexual.

Con este fin, se ofrecen conversaciones confidenciales con un portador de ministerio. El punto central es compartir las preocupaciones y necesidades, el intercambio de ideas sobre cuestiones de la fe y la oración en conjunto.

Se hace especial hincapié en el acompañamiento de los moribundos y sus familiares. Aunque el cristiano nuevoapostólico sabe de una esperanza más allá de la muerte, esa experiencia límite es tan fundamental que los afectados necesitan ser ayudados con gran sensiblidad.

Asistencia espiritual: específica por grupos

Los ofrecimientos específicos se dirigen a determinados grupos, por un lado, a las diferentes generaciones representadas en las comunidades. De manera tal, se lleva a cabo localmente y, además, por edades la asistencia apropiada para niños, jóvenes y adultos mayores, así como la dedicación intensiva a los enfermos.

Por otro lado, la asistencia espiritual se orienta a situaciones especiales de la vida y a los requerimientos de los miembros. En las Iglesias regionales tienen diferente impronta, por ejemplo, el acompañamiento especial de personas solas y padres solteros, de adictos y sus familiares, de personas con discapacidades físicas o cognitivas. Esto incluye, entre otras cosas, servicios en lenguaje fácil, la traducción de las prédicas al lenguaje de signos y, no menos importante, el apoyo de los grupos de autoayuda.

Pues, en cualquier caso es cierto que la asistencia espiritual también es una tarea de toda la comunidad. Esto incluye el apoyo emocional, así como la ayuda práctica en la vida.