Indicadores

A través de su Espíritu, Dios nos muestra el camino a seguir. No nos dice qué tenemos que comer, ni qué libro leer, ni qué auto o bicicleta comprar. Él nos indica el camino que debemos seguir.

La meta del camino es la vida eterna, la comunión eterna con Dios. El Espíritu Santo nos dice a qué debemos prestar atención cuando tomamos nuestras decisiones. No las toma por nosotros. Solo nos recuerda qué cosas debemos considerar antes de tomar una decisión. Si decides hacer esto o aquello, ¿estás seguro de que puedes cumplir la voluntad de Dios? Si quieres dar este paso, ¿tienes la seguridad de que puedes cumplir el mandamiento de amar a Dios y al prójimo?

Si la respuesta es “sí”, adelante. Si no estás seguro, piénsalo. Probablemente no sea una buena decisión.

Jesús está con nosotros. Él nos dice cómo tomar las decisiones. Usa este don del Espíritu Santo para tomar tus decisiones en la vida diaria. A veces lleva un poco de tiempo, pero vale la pena tomárselo. Piensa en Jesús. Recuerda su mandamiento de amar a Dios y al prójimo. Luego toma tu decisión. Y esa será la correcta.

De un Servicio Divino del Apóstol Mayor