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- Mensaje de Pascua del Apóstol Mayor: ¡Vivir con Cristo!
Hilversum/Zúrich. «Tenemos un Dios que nos ama, nos comprende y que comparte con nosotros. Tenemos un Dios, que ama al pecador y que está muy cerca de él: ¡esto es nuestra alegría de Pascua!» Con estos pensamientos el Apóstol Mayor había viajado a Hilversum. Alrededor de 650 creyentes se reunieron en la mañana del Domingo de Pascua en la iglesia central de los Países Bajos. Un gran coro y un conjunto musical se encargaron de la música durante el servicio divino.
La base de la prédica fue el texto bíblico de los Hechos de los Apóstoles 4: 33: «Y con gran poder los Apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos.» Durante su servir el cabeza de la iglesia internacional explicó sobre la fuerza de la resurrección y las consecuencias de la misma para la fe cristiana. «¡La resurrección de Jesús es el origen de toda alegría para los cristianos!» La fe en la resurrección ha provocado un fuerte cambio en la visión de Dios: De la percepción judía del Dios como Juez cuyas leyes nunca se pudieron cumplir del todo, se ha originado la fe cristiana en el Dios de Amor, Gracia y Justicia. También es el motivo por el cual la cristiandad ya no santifica el Sabbat, sino el primer día de la semana, es decir el día en que resucitó Jesús. «Para nosotros ahora es el domingo. Confesamos la resurrección de Jesús a través de la participación en los servicios divinos», explayó el Apóstol Mayor.
La fuerza de la resurrección
Por la resurrección ha cambiado la fe de los humanos en Jesucristo. Antes su fe se basaba en los milagros y signos de Jesús, de los que fueron testigos. Después de la Pascua, la fe se basaba en la resurrección: «Esta fe les proporcionaba fuerza. Se armaron de valor, ya que reconocieron que ni siquiera la muerte podía separarles de Jesús.» Con ello el Apóstol Mayor Schneider se refirió al texto bíblico de los Hechos. «Si nuestra fe se basara sólo en milagros y signos, entonces sería débil y apenas sobreviviría la primera gran tormenta». El que dirige su vida según el evangelio no tendrá necesariamente una vida más fácil. «Sin embargo, la seguridad de que Jesús nos ama, nos quiere ayudar y que nadie lo podrá impedir, crea valor para todos los desafíos en la vida.»
La fuerza del amor hacia el prójimo
Durante su prédica el cabeza de la Iglesia también abordó el significado del perdón de los pecados. En más de una ocasión Jesús se refirió a ello siempre con la condición de perdonar al prójimo. El Apóstol Mayor: «Puesto que Jesús ha resucitado, es el Hijo de Dios. Como es el Hijo de Dios, es capaz de borrar los pecados. Y como es capaz de borrarlos de verdad, merece la pena perdonar al prójimo.» Por último, la resurrección es la promesa y el fundamento para nuestra propia resurrección, terminó el Apóstol Mayor su mensaje de Pascua. La esperanza judía era descansar eternamente en paz en el reino de los muertos, pero Cristo ha creado una nueva dimensión con Su resurrección.
«Si nosotros queremos resucitar con Él, ¡es vital que hoy vivamos con y para Él!». No sólo fue el reconocimiento de los Apóstoles de entonces, sino esto también es vigente hoy en día: «Queremos ser fraternales en la comunidad, compartir dolor y alegría», animó el Apóstol Mayor. «Servimos a Dios cuando servimos al prójimo.»