- Página de inicio
- Iglesia
- Anuncios
- Informe provisional desde Filipinas: Ha llegado la primera ayuda desde Leyte
Manila. Es sólo un grano de arena, pero aun así es un buen comienzo – así describe el Apóstol de Distrito Urs Hebeisen la pequeña noticia alegre de que el Apóstol Bual y un colaborador de la ONG en el sudeste de Asia NACRelief han llegado a Bato/Leyte. ¡34 familias ya han podido recibir alimentos de primera necesidad! El Apóstol de Distrito Hebeisen: «Al menos estos pocos hermanos en la fe han recibido consuelo. Sin embargo, la ayuda debe continuar.»
Hasta ahora los hermanos en situ no habían recibido noticias sobre el paradero del Obispo Puso, cuya casa se encuentra en Leyte. El Apóstol de Distrito ya sabe que el Obispo sigue con vida pero aún no es posible comunicarse con él en la zona de la catástrofe. El equipo de rescate ahora tendrá que seguir su camino hacia Tacloban. Sobre este tema comenta el Apóstol de Distrito: «En concreto la situación de seguridad es muy precaria. ¡Se piden ángeles de protección!»
Acaba de ponerse en marcha la ayuda internacional
Mientras tanto, según su entender se ha puesto en funcionamiento la ayuda internacional en Filipinas. La situación actual requiere expertos de organizaciones grandes como la marina, el ejército, la policía y la Cruz Roja, comenta el cabeza de la Iglesia filipina. «Pero confiamos en que también podemos aportar algo nosotros, por muy puntual que sea.»
Muchas víctimas
Su llamamiento final es muy emotivo: «Nuestros corazones están con las innumerables víctimas, los que se han quedado sin techo, los que tienen hambre, los heridos, los enfermos y con los que han perdido a los suyos. Aquí reinan el sufrimiento y la desgracia para muchas, muchas personas. ¡Damos gracias por todas las oraciones y los compromisos de apoyo!»
El tifón más fuerte de todos los tiempos
Haiyán, la tormenta tropical más fuerte de la historia, llegó el viernes de la semana pasada en toda su intensidad a la isla filipina oriental de Leyte. En la zona litoral olas de varios metros de altura inundaron pueblos por completo, muchas regiones están incomunicadas del mundo exterior. Mientras tanto, once millones de personas se han visto afectadas por esta catástrofe natural. En muchas regiones la comunicación está interrumpida y se han destruido las líneas de corriente eléctrico y de telefonía.