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- Nuevos dones ministeriales en el Congo
Zúrich. Está creciendo la Iglesia Nueva Apostólica en la República Democrática del Congo. El Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider ordenó a 12 nuevos Apóstoles y a ocho nuevos Obispos con motivo de su viaje a Kinshasa. Esto ha servido para satisfacer a las mayores necesidades de este enorme país, donde están aumentando las comunidades. La Iglesia Nueva Apostólica está dividida en dos iglesias regionales: Oeste y Sureste.
La iglesia regional de Congo Oeste está bajo el cuidado del Apóstol de Distrito Michael Deppner. El Apóstol Mayor puso en el descanso merecido a tres Apóstoles y a tres Obispos. Durante decenas de años sirvieron fielmente a la Iglesia y fueron pastores del alma para muchos miles de hermanos en la fe. Para evitar que se originen faltas en el cuidado espiritual, ¡el cabeza de la Iglesia ordenó a siete nuevos Apóstoles y a siete nuevos Obispos!
El Apóstol de Distrito Tshitshi Tshisekedi es el responsable de la iglesia regional del Congo Sureste. Él también mencionó la necesidad de nuevos portadores de ministerio: cinco nuevos Apóstoles fueron llamados para las muchas comunidades en esta región. Sin embargo, también se produjo la despedida de cuatro Apóstoles así como de dos Obispos. Todos ellos se merecían el descanso después de decenas de años de actividad.
Al margen de ello, Neville Barron recibió el ministerio de Obispo para la iglesia regional de Ciudad del Cabo/Sudáfrica.
El servicio divino se pudo seguir en todo el país por televisión
El servicio divino se vio marcado por las puestas en descanso y de las ordenaciones. El Apóstol Mayor Schneider lo celebró de forma excepcional un lunes, el 24 de junio de 2013, en Kinshasa. 60.000 creyentes participaron de él y el servicio divino festivo fue retransmitido por televisión nacional en todo el país. El Apóstol Mayo usó la palabra bíblica de Mateo 6: 11: «El pan de cada día, dánoslo hoy». Sobre ello comentó que esta petición se refiere en primer lugar a la vida cotidiana, pero también está relacionada con el alma. La palabra de Dios es imprescindible para la vida eterna y como el Señor ya lo dijo nuestro alimento es cumplir con la voluntad del Padre.
1 de julio de 2013