Ciudad del Cabo. «¡Abandono vuestro país con sentimientos encontrados: alegre, bendito y fortificado pero también triste porque debo dejaros!» Con estas palabras el apóstol mayor Wilhelm Leber se despidió de sus acompañantes el lunes por la mañana en el aeropuerto internacional de Ciudad del Cabo. En un fin de semana especial la ciudad en la punta del continente africano era el centro del mundo nuevo apostólico.

«Hasta pronto, que Dios os guarde.» Estas palabras resonaban cuando el cabeza internacional de la iglesia se dirigió hacia el terminal de salidas para emprender su viaje de regreso. Con algunos de los apóstoles comenzó el viaje a Europa.

Un gran acontecimiento llegó a su fin

El fin de semana se convirtió en un gran acontecimiento para la Iglesia Nueva Apostólica. Tanto el concierto del sábado como el servicio divino de Pentecostés se retransmitieron por satélite e Internet. Hasta en algunas comunidades en Vietnam los hermanos pudieron recibir el servicio divino mediante Internet. En la Ciudad Ho-Chi-Minh y en Haiphong pudieron participar del servicio divino 5 y 16 creyentes respectivamente. En total unas 5.000 comunidades en 60 países estuvieron conectadas con Sudáfrica.

La evaluación hasta la fecha por parte de la editorial Bischoff en Francfort, que es propiedad de la Iglesia y que es la central para las retransmisiones de la Iglesia Nueva Apostólica, muestra que el funcionamiento era correcto en todo el mundo. Todo ello gracias a 48 técnicos e intérpretes en la ciudad alemana. Aparentemente sólo se perdió la conexión en algunos momentos en Brasil,  según la conclusión de la editorial.

Información adicional

De los 351 apóstoles invitados diez no pudieron participar. Algunos tuvieron problemas con el visado, otros estaban enfermos. Uno de los apóstoles falleció en un hospital de Johannesburgo antes de poder llegar a Ciudad del Cabo.

UF-Online publicará más Información sobre el servicio divino de Pentecostés.