Comprensión

Lo que Dios hace a menudo es incomprensible para los seres humanos. Uno se pregunta por qué permite esto o no impide aquello, y no está de acuerdo con Dios en absoluto.

El ser humano también tiende a sobrevalorarse y creer que puede hacer las cosas mejor que Dios. ¿No fue ese uno de los principales motivos de la caída en el pecado?

Pedro también tuvo esta experiencia. A veces no estaba en absoluto de acuerdo con lo que hacía o decía su Maestro. Simplemente lo desbordaba. Jesús era plenamente consciente de ello. Por eso tuvo comprensión con su discípulo y le dijo: “Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después”
(Juan 13:7).

Este es nuestro consuelo: Dios no nos toma a mal nuestra incomprensión. Él es paciente con nosotros y no deja que eso le impida seguir trabajando en nuestra salvación. Como nuestro Padre, Él sabe que muchas cosas están más allá de nuestra comprensión, y no nos apartará, aunque a veces nos comportemos como un niño desafiante. Si permanecemos fieles de su mano incluso en las tentaciones, experimentaremos una y otra vez que nos da paz y alegría.

Impulso de un Servicio Divino del Apóstol Mayor

Noviembre 2021