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- Dar señales de la presencia de Dios
Edificar juntos el nuevo templo, la Iglesia de Cristo. Esto es lo que el dirigente internacional de la Iglesia Nueva Apostólica, el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider, pidió en Pentecostés.
El Servicio Divino en la iglesia central de Buenos Aires (Argentina) fue la conclusión y el punto culminante de la asamblea de Pentecostés. Numerosas comunidades de América del Norte y del Sur se conectaron a través de la transmisión por vídeo.
La Iglesia de Cristo como templo del nuevo pacto. Este pensamiento fue el centro de la prédica, que se basó principalmente en el versículo bíblico de 1 Corintios 3:16: “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?”.
Templo por dentro y por fuera
Templo significa, en primer lugar, la reunión de la comunidad de Cristo para experimentar la cercanía de Dios, para agradecerle a través de la oración, la música, las ofrendas y las buenas obras para el prójimo, así como para pedir su ayuda y el perdón mutuo.
Pero templo también significa dar señales de que Dios vive en medio de su comunidad, en el corazón de los creyentes. Esto se hace visible por el hecho de que su obrar se orienta por la voluntad de Dios y de que tratan de seguir desarrollándose en ella.
La Iglesia como obra en construcción
El Apóstol Mayor llamó a todos a contribuir en la edificación de la Iglesia como nuevo templo: “Todos son necesarios. Y todos pueden colaborar en algo”. El plan de edificación de Dios es decisivo, es decir, el Evangelio de Jesucristo y la enseñanza de los Apóstoles, así como los describe la Biblia.
La Iglesia visible de Cristo está lejos de ser perfecta. “A no preocuparse por eso, todavía se está construyendo”. Lo que cuenta no es el número de errores, sino cómo se resuelven. “Con la ayuda de Dios, podemos afrontarlo”.
Diferencias y similitudes
Al comienzo de la prédica, el dirigente de la Iglesia internacional había señalado la diversidad dentro de la Iglesia Nueva Apostólica, que está difundida en casi todos los países del mundo. Las condiciones de vida de sus miembros son tan diferentes como las condiciones en el marco de las comunidades.
Pero el plan de Dios es eliminar para siempre toda injusticia en su reino. Para ello, cada creyente ha recibido el mismo don: el don del Espíritu Santo. Y por eso, todos tienen la misma oportunidad. “Ahora solo depende de nuestra voluntad”.
5 de junio de 2022