La guía “tiene por objeto promover la unidad de la Iglesia y brindar seguridad en las actividades eclesiásticas”, escribe el presidente internacional de la Iglesia, el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider, en su prólogo: “Representa un marco válido y vinculante en todo el mundo” y “tiene en cuenta las diferencias culturales que existen en todo el mundo”.

Las nueva Guía de orientación es una revisión fundamental de la versión publicada por última vez en 1993. Desde entonces, se han formulado los principios guía “Servir y dirigir” (1998), se ha introducido la liturgia ampliada (2010), se ha publicado el Catecismo (2012) y se ha actualizado la interpretación de ministerio (2019 y 2023).

Las normas también tienen en cuenta la evolución de la vida en la sociedad. Por ejemplo, la Iglesia Nueva Apostólica se compromete con valores como la imparcialidad, el altruismo y la confidencialidad, pero también con la protección contra la violencia sexual. Por ejemplo, la Iglesia “desaprueba enérgicamente todos los actos en detrimento de la autodeterminación sexual del ser humano” y “dicta normas para prevenir y aborda las agresiones sexuales”.

En general, se regulan en la Guía de orientación las condiciones, los derechos y deberes del ministerio espiritual, el desarrollo de los Servicios Divinos, las reuniones de recogimiento y los actos sacramentales, y lo concerniente a la música y la administración, a la colaboración interconfesional e interreligiosa, así como a las relaciones públicas.

“Por supuesto, los lineamientos de la Iglesia son necesarios”, subraya el Apóstol Mayor Schneider. Pero “el amor a Dios y a los seres humanos está por encima de todo”.