El Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica

3.2.1 Referencias sobre el trino Dios en el Antiguo Testamento

Una primera referencia al obrar del trino Dios está en el primer relato sobre la creación (Gn. 1:1-31; 2:1-4). Allí dice: "[...] el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas" (Gn. 1:2) y: “dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza" (Gn. 1:26). “Elohim", la denominación de Dios utilizada en el texto hebreo original, es un plural, significa lo “divino" y también “dioses". A la luz del Evangelio se entiende como una referencia al trino Dios.

Las diferentes manifestaciones divinas “ángel de Jehová" (Gn. 16:7-11 y 13; Ex. 3:2-5; Jue. 6:11-16), “Espíritu de Dios" o “Espíritu de Jehová" (Jue. 3:10; 1 S. 16:13) se entienden como alusiones al misterio de la Trinidad de Dios.

También hablan al respecto los hechos y referencias en los cuales aparece el número tres:

  • Los tres mensajeros de Dios que se acercaron a Abraham (Gn. 18), se entienden en la tradición cristiana como una alusión al misterio de la Trinidad Divina.

  • Del mismo modo, la bendición sacerdotal aaronita de Números 6:24-26 hace referencia al obrar del trino Dios: “Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz".

  • También la triple alabanza del ángel en ocasión de la visión del llamamiento del profeta Isaías, es vista como una referencia a la Trinidad de Dios: “Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria" (Is. 6:3).