El Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica

11.3.1 Desarrollo de una Iglesia conducida por Apóstoles

A partir de setiembre de 1833 fueron llamados más Apóstoles por profecías. Personas con dones proféticos cumplían aquí un papel importante. Los Apóstoles convocados por profetas, fueron consagrados en 1835 para su futura tarea. Luego los Apóstoles, que entretanto eran doce, se recluyeron por un año en Albury para intensivas consultas.

Los Apóstoles esperaban ser enviados a todos los cristianos y recibir para ese propósito un poder especial. Con el “Gran Testimonio" de 1837 se propusieron llegar a todos los líderes espirituales y mundanos de la cristiandad. Convocaron al clero a subordinarse a los Apóstoles. A partir de 1838, como preparación para la unificación de los cristianos bajo su conducción, los Apóstoles comenzaron a familiarizarse con la doctrina y la liturgia de las diferentes confesiones. Sin embargo, la exhortación de los Apóstoles no fue escuchada.

Dentro de la obra apostólica surgió la orientación hacia la preparación de los “ciento cuarenta y cuatro mil", la multitud del último tiempo mencionada en el libro del Apocalipsis. Estos debían ser sellados por imposición de manos de los Apóstoles, lo cual sucedió en 1847 en Inglaterra en unos mil creyentes. En el mismo año, el Apóstol Francis Woodhouse realizó Sellamientos en Canadá y el Apóstol Thomas Carlyle, en Alemania.