El Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica

4.2.2 Consecuencias de la caída en el pecado para la creación

La caída del hombre en el pecado también tuvo amplias repercusiones en la creación que no tuvo culpa alguna de ello.

Originalmente la creación era “buena en gran manera", es decir, era perfecta (Gn. 1:31). El hombre fue colocado por Dios como soberano sobre la creación visible. Así, es por un lado responsable de la creación ante Dios, y por el otro, es también responsable de la creación misma (Gn. 1:28-30). Ante una posición tan significativa del hombre dentro de la creación visible, su desobediencia a Dios también tiene repercusiones decisivas en la creación material: después de que el hombre pecó, la tierra como señal de la creación visible y la serpiente fueron malditas (Gn. 3:17-18). “Espinos y cardos", esto es, los esfuerzos que debe realizar el hombre para ganarse el sustento en su vida, constituyen una señal del distanciamiento del hombre de Dios y de cuán retirado permanece Dios a partir de ese momento para la creación. En ella el hombre ya no encuentra acceso directo a Dios. La vida del hombre está ahora acompañada de inseguridad y temor.

Como señal de enemistad y discordia se puede observar el comportamiento de los animales entre sí. Sobre la nostalgia por superar y restablecer también ese estado podemos leer en Isaías 11:6-8: “Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará...".

La creación, por lo tanto, necesita ser liberada de la maldición que pesa sobre ella. En la epístola a los Romanos esto es abordado con toda claridad: “Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora" (Ro. 8:19-22).

EXTRACTO

La caída del hombre en el pecado también tuvo repercusiones en la creación que no tuvo culpa alguna de ello: originalmente esta era perfecta; después de que el hombre pecó, sufrió un deterioro. (4.2.2)

En la creación caída, el hombre ya no encuentra acceso directo a Dios. La vida del hombre está ahora acompañada de inseguridad y temor. (4.2.2)

La creación caída necesita ser redimida. (4.2.2)