El Catecismo en preguntas y respuestas

530. ¿Cuáles son los efectos del Santo Sellamiento?

En el Santo Sellamiento, la persona se llena de Espíritu Santo en forma duradera. Dios le permite ser partícipe de su ser concediéndole poder de Dios, vida de Dios y amor de Dios: “El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado” (Romanos 5:5).
El sellado es propiedad de Dios; el Espíritu de Dios hace morada permanente en el hombre (cf. Romanos 8:9).
El hombre se convierte en hijo de Dios, es convocado por Dios para ser una primicia. El renacimiento tiene, por ende, un efecto presente, que es la filiación divina, y un efecto futuro, que es la primogenitura.
Como hijo de Dios, el creyente es heredero de Dios y coheredero con Cristo.
El “espíritu de adopción”, que se hace efectivo en el hombre mediante el Sellamiento, se dirige a Dios con confianza como: “¡Abba, Padre!” (“amado Padre”).
Si el sellado le da cabida al Espíritu Santo para que se despliegue, se desarrollarán virtudes divinas, que simbólicamente son llamadas los “frutos del Espíritu Santo” (cf. Gálatas 5:22).

Primogenitura: ver pregunta 428.

“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza”
Gálatas 5:22-23
“… Habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo”
Romanos 8:15-17

El concepto “hijo de Dios” tiene diferentes aspectos:

  • Todo ser humano es un hijo de Dios, pues ha sido creado por Dios y por lo tanto puede llamar “Padre” al Todopoderoso.
  • En el Antiguo Testamento, Dios se ocupó del pueblo de Israel como un padre. Así Israel es llamado “hijo primogénito de Dios” (cf. Éxodo 4:22-23). Israel entonces tiene una relación filial con Dios. Cuando Jesús habló a los judíos en el Sermón del Monte, nombró a Dios como su “Padre que está en los cielos”.
  • Como cristianos nos ha sido dado el Padre Nuestro y en esta oración nos dirigimos a Dios con confianza llamándolo nuestro Padre.
  • Además, la filiación divina hace referencia a aquella situación delante de Dios que se caracteriza por la recepción de todos los Sacramentos, la fe y la orientación de la vida al retorno de Cristo. Se alcanza la filiación divina por el renacimiento de agua y Espíritu. A los renacidos les ha sido prometido como “hijos de Dios”, ser herederos del Altísimo.