Yakarta/Indonesia. Desde el domingo pasado hay una nueva iglesia en el barrio Tangerang en la metrópolis de Yakarta. A primera vista no se trata de nada inusual, pero esta casa de Dios es distinta; ha sido construida por la Iglesia Nueva Apostólica, pero también será usada por dos confesiones cristianas más, que realizarán sus servicios divinos en el mismo lugar.

El Apóstol de Distrito Urs Hebeisen, que es el responsable para la Iglesia en Indonesia, explica el motivo: «La tierra sobre la que se encuentra la iglesia, pertenece al ejército indonesio. Un campo de formación militar colindante aloja a 650 soldados. El 10% aproximadamente de ellos es cristiano. El comandante puso el terreno a disposición nuestra para la construcción de una iglesia, con la condición de que la casa de Dios estuviera abierta a todos los cristianos.» Para la comunidad en Tangerang, la oferta fue un regalo del cielo, confirma el Apóstol de Distrito Hebeisen, ya que ya no les quedaba sitio. Más de 200 miembros de la comunidad nuevoapostólica han encontrado un nuevo hogar espiritual.

Una iglesia con cruz y emblema

Desde fuera el bonito edificio parece una iglesia cristiana neutral, según el Apóstol de Distrito. En la parte interior, en la pared detrás del altar se encuentra el emblema de la Iglesia Nueva Apostólica, ya que la congregación nuevoapostólica es con diferencia el mayor grupo de usuarios. El emblema se tapará cuando otros cristianos celebran su culto.

El fundamento es Cristo

El servicio divino de consagración del domingo pasado estuvo bajo el texto bíblico en Proverbios 24, versículos 3 y 4: «Con sabiduría se edificará la casa, y con prudencia se afirmará; y con ciencia se llenarán las cámaras de todo bien preciado y agradable.» El Apóstol de Distrito comentó que Salomón tenía grandes conocimientos de la construcción. «Nosotros edificamos sobre el fundamento de Cristo, mantendremos santa esta casa de Dios y la utilizaremos como lo hicieron los primeros cristianos en base a la doctrina de los Apóstoles, la comunión, el partimiento del pan y en la oración.» Más de 600 creyentes vivieron el servicio divino de consagración y también fue transmitido a una sala de multiusos. Después del servicio divino el comandante, que había puesto a disposición el terreno, mostró su alegría y agradecimiento por el éxito del proyecto.

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