En nuestras latitudes se tiene una idea precisa de cómo debe ser la Navidad y el tiempo del Adviento que la precede. Es la estación del año con poca luz, por lo que en el tiempo de Adviento se encienden muchas luces.

En nuestras latitudes se tiene una idea precisa de cómo debe ser la Navidad y el tiempo del Adviento que la precede. Es la estación del año con poca luz, por lo que en el tiempo de Adviento se encienden muchas luces. Sobre todo, la luz de una vela nos hace percibir el ambiente navideño. Las calles y las casas están decoradas con muchas luces pequeñas. Afuera debe hacer frío y caer nieve para que sea una Navidad blanca. Pensamos en ciertas melodías, y también en el aspecto culinario inmediatamente se nos ocurren cosas que asociamos con la fiesta y nos trasladan al ambiente navideño.

Ahora bien, la Navidad no se celebra solamente en Europa Central. En otras regiones de la tierra existen tradiciones completamente diferentes: sin árbol de Navidad, sin velas, sin dulces navideños. En muchos lugares hace calor, incluso es verano. ¿Acaso la Navidad allí es menos festiva, o vale menos? ¡De ninguna manera! La gente simplemente la celebra de forma diferente.  Allí se trata igualmente del nacimiento de Jesús, como aquí. Él está en el centro, o al menos debería estarlo…

Lo mismo sucede con nuestro tiempo de Adviento de todo el año. Hay regiones donde se están preparando para el retorno del Señor de forma distinta exteriormente, donde las casas de Dios tienen otro aspecto, donde se visten de forma diferente, donde tocan otra música. Pero también allí, Cristo está en el centro. La espera del Salvador no es mejor o peor que aquí. Tan solo es diferente.

Impulso de un Servicio Divino del Apóstol Mayor

Diciembre 2020