Hágase tu voluntad

Cuando se menciona la voluntad de Dios, a menudo se la relaciona con cosas negativas. Si sufrimos un golpe del destino: "Esa fue la voluntad de Dios". Si una oración no es respondida: "Lo que se pidió no está de acuerdo con la voluntad de Dios".

Para muchos, la afirmación "Hágase tu voluntad" en el Padre Nuestro significa someterse a la voluntad de Dios y, a cambio, prescindir de algo. Uno se somete a la voluntad de Dios, pero en realidad uno preferiría que fuera de otra manera.

Pero ¿cuál es la voluntad de Dios? ¿Que suframos un golpe del destino? ¿Que no encontremos pareja? ¿Que tengamos que luchar en la tierra por cada centavo porque nuestro deseo de tener un buen trabajo no se cumple? ¡No! La voluntad de Dios está en su plan de salvación y redención. Dios quiere que estemos con Él. Jesús lo dejó claro, por ejemplo, en la oración sacerdotal: "Quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo" (Juan 17:24). Jesucristo Dios quiere que vivamos en comunión eterna con Él. Esto no es algo a lo que tengamos que someternos, sino algo con lo que podemos estar de acuerdo de todo corazón.

Impulso de un Servicio Divino del Apóstol Mayor

Junio 2021