Bajo la luz adecuada

La Biblia es el fundamento de nuestra fe. Por eso es importante conocer su contenido y darse cuenta de que su lectura es una parte elemental de nuestra vida de fe. Pero, ¿cómo manejarse con la Biblia?

Los escribas de la época de Jesús consideraban la Biblia principalmente como una colección de reglas que había que cumplir para agradar a Dios. Jesús les dijo lo que realmente importaba: que la Biblia anunciaba su venida y su obrar (cf. Jn 5:39). Incluso hoy en día, la Sagrada Escritura a menudo se lee bajo una luz equivocada. Algunos ven en ella un libro que nos explica el cielo y la tierra y compite con la ciencia, y olvidan que los textos de la Biblia también llevan la impronta de los conocimientos de la época. Otros toman decisiones importantes de la vida terrenal basándose en una cita bíblica muchas veces sacada de contexto, pero también encontrarían un pasaje bíblico que justificara exactamente la acción contraria. Si uno se lo propone, se puede justificar todo tipo de cosas con una cita de la Biblia.

Pero no hay que leer la Biblia como una novela o un libro de texto. Como fue escrita inspirada por el Espíritu Santo, debe ser leída inspirada por el Espíritu Santo. Leída bajo la luz del Espíritu Santo, es fuente de consuelo, fortaleza y sabiduría, y nos conduce a Jesucristo, de quien da testimonio. Un viejo refrán dice: “La Biblia no nos explica la tierra y el cielo, sino que nos dice cómo vivir en la tierra para ir al cielo”.

 

Febrero 2023