El Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica

12.5.3 Viernes Santo

El Viernes Santo conmemoramos la crucifixión y muerte de Jesucristo en sacrificio. En la convicción de que su sacrificio, padecimiento y muerte tienen un significado central en la historia de la salvación, se denomina a este día “Viernes Santo". Mediante su sacrificio, el Hijo de Dios destruyó el poder de Satanás y venció a la muerte (He. 2:14). Sin haber cometido pecado tomó voluntariamente sobre sí los pecados de los hombres y por su sangre adquirió el mérito por el cual puede ser redimida toda culpa proveniente del pecado. No existe manera más evidente que el sacrificio de Jesús para demostrar el amor de Dios al hombre (1 Jn. 4:9-10). Con lo acaecido el Viernes Santo, comenzó una nueva dimensión en la historia de la salvación: concluye el antiguo pacto y comienza el nuevo pacto. Al morir Cristo y rasgarse en dos el velo que separaba en el templo el santísimo del santuario, se manifiestó que en Jesucristo, Dios brinda al hombre salvación y comunión con Él.