El Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica

5.3.4.7 Conformación del domingo

El domingo, en lo posible, debe ser un día de descanso y reflexión sobre el Evangelio. Es el día de fiesta del alma, la cual, junto con sus necesidades, ocupa el lugar central. Los valores divinos como la paz y la atención de la comunión contribuyen a la santificación.

El mandamiento de santificar el día de reposo, invita a los creyentes a examinar hasta qué punto sus actividades son acordes con el sentir del día consagrado al Señor. En un primer plano debe procurarse profundizar y conservar los efectos del Servicio Divino.

Si el domingo se aprovecha de esta manera, los creyentes vivirán conforme a la exhortación de Salmos 118:24: “Este es el día que hizo Jehová; nos gozaremos y alegraremos en él".

EXTRACTO

El día de reposo sirve para alabar al Creador y conmemorar la liberación de Israel del cautiverio. En él se recuerdan las obras de Dios para la humanidad y en favor de su pueblo elegido. (5.3.4.1)

Los cristianos celebran el domingo por ser el día de la resurrección de Jesucristo. (5.3.4.4)

Concurrir al Servicio Divino demuestra el agradecimiento por los actos de salvación de Cristo. (5.3.4.5)

El día festivo como día de reposo es un ejemplo del descanso prometido junto a Dios. (5.3.4.5)

El tercer mandamiento invita a los creyentes a conformar el domingo como un día consagrado al Señor. (5.3.4.7)