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El Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica
- Índice
- 12.1.8.1 Dios, el que perdona
- 12.1.8.2 La paciencia de Dios: el servicio de las ofrendas en el Antiguo Testamento
- 12.1.8.3 El sacrificio de Cristo: fundamento del perdón de los pecados
- 12.1.8.4 Condiciones previas para alcanzar el perdón de los pecados
- 12.1.8.5 Penitencia y arrepentimiento
- 12.1.8.6 El pecado que no es perdonado
- 12.1.8.7 Anuncio y autoridad
- 12.1.8.8 Efectos del perdón de los pecados
12.1.8.2 La paciencia de Dios: el servicio de las ofrendas en el Antiguo Testamento
En la época del Antiguo Testamento, Dios había establecido el servicio de la ofrenda (Lv. 19:22). Con la ofrenda traída por el sacerdote, los hombres buscaban la gracia de Dios. Pero esas ofrendas no podían borrar los pecados, sino que su función era únicamente postergar el perdón hasta la muerte de Jesús en sacrificio. Hasta ese momento, los hombres pecadores del antiguo pacto quedaron encomendados a la paciencia de Dios ( Ro. 3:25-26). Los profetas anunciaban que vendría un perdón de los pecados que sería mucho más que sólo cubrirlos, sería un borrarlos totalmente (Is. 1:18).