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El Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica
- Índice
- 5.3.9.1 Significado original
- 5.3.9.2 Ejemplos de falso testimonio en el tiempo del Antiguo Testamento
- 5.3.9.3 Ejemplos de falso testimonio en el tiempo del Nuevo Testamento
- 5.3.9.4 El falso testimonio hoy: prohibición de la mentira y el engaño
- 5.3.9.5 Otras transgresiones al octavo mandamiento
- 5.3.9.6 El falso y el verdadero testimonio en el sentido espiritual
5.3.9.3 Ejemplos de falso testimonio en el tiempo del Nuevo Testamento
Jesucristo a menudo hacía alusión al octavo mandamiento (entre otros, Mt. 19:18). Hacía ver que transgredir este mandamiento es una demostración de malos sentimientos que contaminan al hombre (Mt. 15:18-19).
El Hijo de Dios tuvo que vivir en carne propia lo que significaba ser inculpado por falsos testigos. Este fue el motivo por el cual fue condenado a muerte (Mt. 26:57-66; Lc. 23:2). Aún después de su resurrección, los sumos sacerdotes y los ancianos hicieron proclamar una nueva mentira (Mt. 28:11-15). Jesucristo, “el testigo fiel y verdadero" (Ap. 3:14), soportó la mentira de falsos testigos con una dignidad real.