El Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica

5.3.9.5 Otras transgresiones al octavo mandamiento

Cada individuo ha sido convocado a esforzarse en ser sincero y veraz. También el conducirse en la sociedad y en el trabajo debe orientarse por el octavo mandamiento.

Además del falso testimonio ante la justicia y la mentira evidente, también constituyen transgresiones al octavo mandamiento las mentiras por necesidad, las medias verdades, los dichos para encubrir el verdadero estado de las cosas y las difamaciones. Asimismo la vanagloria y la exageración, la falsedad y la hipocresía, el propagar rumores, el hablar mal por detrás y las adulaciones, son manifestaciones de falta de veracidad.