El Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica

5.3.8.1 El hurto en el ordenamiento jurídico general

Está prohibido tomar aquello que le pertenece a otro. Esta prohibición del hurtar, que tiene su origen en Dios, es uno de los principios básicos del ordenamiento jurídico humano y sirve para proteger y respetar la propiedad.

Basándose en el mandamiento del amor al prójimo, la propiedad no debería manejarse con avaricia y egoísmo; esta también incluye obligaciones.

En general, el “hurto" significa sustraer ilegalmente la propiedad de otra persona. Esto se aplica tanto a cosas materiales como a la propiedad intelectual. Uno no debería apropiarse ilegalmente de cosas que le pertenecen a otros o dañar la propiedad de otros. De igual manera, está prohibido engañar a los demás con el propósito de obtener ventajas poco equitativas a expensas de él; se deben reprimir las propias aspiraciones de poder y ganancias. Se debe respetar la dignidad y el bienestar de los demás.