El Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica

8.1.3.1 El Santo Bautismo con Agua como acto de Dios

El Santo Bautismo con Agua no es un acto alegórico o simbólico, sino que Dios efectivamente se dedica a realizarlo. Por este acontecimiento, cambia de modo radical la relación del hombre con Dios. Todo el ser del hombre experimenta los efectos del Santo Bautismo con Agua.

EXTRACTO

El Santo Bautismo con Agua es la primera y fundamental manifestación sacramental de gracia del trino Dios hacia el hombre que cree en Jesucristo. (8.1)

A través del Santo Bautismo con Agua, el bautizado llega a tener una primera relación de cercanía con Dios: se convierte en cristiano y así es incorporado en la Iglesia. (8.1)

En el Nuevo Testamento, el “Bautismo" muchas veces se entiende distinguiendo dos partes: el Bautismo de agua y el de Espíritu Santo. El Santo Bautismo con Agua y el Santo Bautismo con Espíritu están interrelacionados. (8.1.2.2)

Jesucristo se sometió al Bautismo realizado por Juan el Bautista para mostrar por qué camino se puede alcanzar la justicia ante Dios. (8.1.2.2)

El mandato misionero dado por el Resucitado, deja en claro que bautizar – en la forma de Bautismo con Agua y con Espíritu – es parte de las tareas de los Apóstoles. El Bautismo es un acto salvífico de Dios en el hombre. (8.1.2.2)

El Santo Bautismo con Agua es imprescindible para ser partícipe de la salvación. (8.1.3)

No es un acto alegórico o simbólico, sino que Dios efectivamente se dedica a realizarlo. Por este acontecimiento, cambia de modo radical la relación del hombre con Dios. (8.1.3.1)