El Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica

5.3.3.2 Maneras de tomar el nombre de Dios en vano

El que pronuncia el nombre de Dios lo debería hacer siendo consciente de la responsabilidad que esto implica para él ante Dios.

Una manera muy grave de tomar el nombre de Dios en vano, es la blasfemia, en la cual intencionadamente se denigra, burla o injuria a Dios. También el que invoca al Omnipotente para mentir, toma en vano el nombre de Dios.

En el curso de la historia muchas veces fue tomado en vano el nombre de Dios para enriquecerse, librar guerras, discriminar personas, torturar y matar.

También en la vida cotidiana se transgrede el segundo mandamiento. Ya la mención irreflexiva de los nombres “Dios", “Jesucristo" o “Espíritu Santo" en conversaciones poco serias, es pecado. Lo mismo sucede con las maldiciones, en las cuales se menciona a Dios o Jesús y no pocas veces en expresiones ajenas a la realidad, y los chistes en los cuales aparecen Dios, el Padre, Jesucristo o el Espíritu Santo. Con ello se humilla la majestuosidad y la santidad del obrar divino; estas son las “truhanerías", en el sentido de Efesios 5:4.