El Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica

3.3.1.1.2 Significado de lo invisible para la vida del hombre

La fe de que el alma y el espíritu siguen existiendo eternamente en el más allá después de la muerte física, tiene un significado muy grande para el hombre (1 P. 3:19; 1 Co. 15). La actitud que una persona adopta frente a Dios durante su vida en la tierra tiene consecuencias sobre su existencia en el más allá. Esto puede ayudar a las personas a resistir las tentaciones del diablo y llevar una vida agradable a Dios.

Es necesario ocuparse de lo atinente al más allá, a lo invisible, en este sentido. Por el contrario, el ocuparse de lo invisible en forma de adivinación o consultando a los muertos, no responde a la voluntad de Dios (Dt. 18:10-11; 1 S. 28).

El Apóstol Pablo define la importancia de lo invisible: “Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas" (2 Co. 4:17-18).

EXTRACTO

La Sagrada Escritura se refiere reiteradamente a un mundo invisible (creación invisible, mundo de allende). Pertenecen al mismo el reino en el que reina Dios, los ángeles, el alma inmortal de los hombres y el reino de la muerte. También el diablo y sus seguidores forman parte del mundo invisible. (3.3.1.1)

Se entiende por “ángeles" en primer lugar los mensajeros celestiales de Dios, cuya tarea es adorar a Dios y servirle. De acuerdo a lo informado por la Biblia, en el mundo de los ángeles existen diferentes rangos, “príncipes de los ángeles" o “arcángeles". La Sagrada Escritura no brinda información precisa sobre cómo está ordenado el mundo de los ángeles. (3.3.1.1.1)

En el mundo invisible, el alma y el espíritu del hombre siguen existiendo eternamente. El tener conocimiento de esto puede ayudar a resistir las tentaciones y llevar una vida agradable a Dios. (3.3.1.1.2)