El Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica

3.3.1.1 La creación invisible

La Sagrada Escritura se refiere reiteradamente a un mundo invisible, a ámbitos, sucesos, estados y seres que se hallan fuera del mundo material. Este mundo invisible ha sido creado por Dios y se lo llama la “creación invisible". A veces se utiliza el concepto “mundo de allende" para poner énfasis en que la creación invisible está más allá de las facultades perceptivas humanas. Como Dios mismo, sus misterios se sustraen a la investigación humana. No obstante, las revelaciones divinas permiten a los seres humanos hacerse una idea de la creación invisible.

Aunque en realidad el mundo invisible no puede describirse en conceptos humanos, ya que los mismos hacen referencia al campo de las experiencias humanas (lo visible), la Sagrada Escritura utiliza conceptos que se valen del lenguaje simbólico para enunciar lo invisible.

A partir del informe bíblico podemos establecer que pertenecen a la creación invisible el reino en el que reina Dios (Ap. 4 y 5), los ángeles (ver 3.3.1.1.1), el alma inmortal de los hombres (ver 3.3.4) y el reino de la muerte (ver 9). También forman parte del mundo invisible el diablo, adversario de Dios y enemigo del hombre, así como sus seguidores, aun cuando no han sido creados como el mal (ver 4.1 y 4.1.2).