El Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica

10.3 La gran tribulación

Mientras la Obra Redentora del Señor esté sobre la tierra, la creación material quedará bajo una especial protección de Dios (Ap. 7:3). Después del retorno de Cristo comenzará un tiempo en el que los hombres y la creación estarán librados al poder de Satanás; todo padecerá bajo esas circunstancias.

Ese período puede relacionarse con la “hora de la pueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra" citada en Apocalipsis 3:10. Ya se la menciona en Daniel 12:1 como el “tiempo de angustia".

El gran despliegue de poder de Satanás en la gran tribulación supera ampliamente las pruebas y la gravedad de las aflicciones por las que debe pasar la Iglesia antes del retorno del Señor. La comunidad nupcial será arrebatada antes de comenzar la gran tribulación (Ap. 3:10; 12:5 y 12).

En la imagen de la mujer vestida del sol que dio a luz al hijo varón, se muestran aquellos que pertenecen a la Iglesia de Cristo, pero que no fueron arrebatados. Ellos seguirán experimentando ahora en el “desierto", es decir, en una condición de aflicción y privación, el acompañamiento divino y atención espiritual (Ap. 12:6).

También en ese tiempo de reinado de Satanás y sus poderes, los hombres se confesarán imperturbables a Cristo, no adorarán al anticristo y serán matados por causa de su confesión (Ap. 13:10 y 15; comparar con Ap. 14:12-13). Los testigos imperturbables de Cristo se convertirán en mártires.