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El Catecismo en preguntas y respuestas
- Prefacio
- Índice
- 215. ¿Por qué el hombre está necesitado de redención?
- 216. ¿Qué significa “redención”?
- 217. ¿De dónde viene el mal?
- 218. ¿Qué es el mal?
- 219. ¿Cómo se muestra el mal?
- 220. ¿Existe el mal también como persona?
- 221. ¿Cómo llegó el mal al hombre?
- 222. ¿Existirá siempre el mal?
- 223. ¿Qué informa la Sagrada Escritura sobre la caída en el pecado?
- 224. ¿Qué consecuencias tuvo para el hombre la caída en el pecado?
- 225. ¿Cómo asiste Dios al hombre caído en el pecado?
- 226. ¿Cómo se sigue desarrollando la humanidad después de la caída en el pecado?
- 227. ¿Tiene la caída en el pecado consecuencias para todos los hombres?
- 228. ¿Tiene la caída en el pecado además consecuencias para la creación?
- 229. ¿Qué es pecado?
- 230. ¿Cuál es la diferencia entre pecado y culpa?
- 231. ¿Cómo puede quedar sin efecto la separación de Dios?
- 232. ¿Quién determina lo que es pecado?
- 233. ¿Cómo podemos reconocer qué es pecado?
- 234. ¿Con qué dádivas ayuda Dios al hombre pecador?
- 235. ¿Cómo deben ser empleadas la conciencia, la razón y la fe?
- 236. ¿Para qué sirve la conciencia?
- 237. ¿Para qué sirve la razón?
- 238. ¿Hay límites para la razón humana?
- 239. ¿Qué es la fe?
- 240. ¿Cómo llega el hombre a tener fe?
- 241. ¿En qué consiste la tarea del creyente?
- 242. ¿Para qué ayuda la fe?
- 243. ¿A qué nos referimos con “historia de la salvación”?
- 244. ¿A qué nos referimos con “plan de salvación”?
- 245. ¿Cómo se desarrolla la historia de la salvación?
- 246. ¿En qué se orientaba la esperanza de salvación en el tiempo del Antiguo Testamento?
- 247. ¿En qué se basa la salvación?
- 248. ¿Quién puede alcanzar la salvación?
- 249. ¿En qué período del plan divino de salvación vivimos?
- 250. ¿Cómo se puede alcanzar hoy la salvación?
- 251. ¿Qué salvación experimentará la comunidad nupcial en el retorno de Cristo?
- 252. ¿Cuándo se habrá cumplido el plan divino de salvación?
- 253. ¿En qué se basa la elección de Dios?
- 254. ¿Por qué elige Dios?
- 255. ¿Hay ejemplos de elección en el Antiguo Testamento?
- 256. ¿Hay ejemplos de elección en el Nuevo Testamento?
- 257. ¿Existe un derecho a ser elegido por Dios?
- 258. ¿Qué significa la elección desde la perspectiva del Evangelio?
- 259. ¿Adónde lleva el aceptar la elección?
- 260. ¿Qué es bendición?
- 261. ¿Cómo se alcanza bendición y cómo se desarrolla?
- 262. ¿Cómo se muestra la bendición de Dios en la creación?
- 263. ¿Cómo se experimentaba la bendición en el antiguo pacto?
- 264. ¿Con qué estaba ligado para los israelitas que aceptasen o rechazasen la bendición de Dios?
- 265. ¿De quién procede la bendición en el nuevo pacto?
- 266. ¿Cómo bendijo Jesús?
- 267. ¿Cuál es el punto esencial en la bendición de Jesucristo?
- 268. ¿Qué comprende esta bendición espiritual?
- 269. ¿Cómo puede alcanzarse la bendición y cómo se debe hacer uso de ella?
- 270. ¿Qué implica la plenitud de bendición?
- 271. ¿Dio Dios a su pueblo una ley en el antiguo pacto?
- 272. ¿Para qué sirve la ley mosaica?
- 273. ¿Cómo era evaluada la ley mosaica en el tiempo del Antiguo Testamento?
- 274. ¿Cómo es evaluada la ley mosaica desde la perspectiva del Evangelio?
- 275. ¿Cuál es el contenido del Evangelio?
- 276. ¿Cómo es llamado además el Evangelio?
- 277. ¿Cuál es la relación que hay entre la ley y el Evangelio?
- 278. ¿Cuáles son las condiciones básicas necesarias para alcanzar la gracia ofrecida en el Evangelio?
- 279. ¿Cuál es la relación que hay entre las buenas obras del hombre y su redención?
277. ¿Cuál es la relación que hay entre la ley y el Evangelio?
La ley y el Evangelio muestran ambos la voluntad de Dios para ayudar al pecador a alcanzar la salvación.
La ley señala ante todo mandamientos y prohibiciones para guiar al hombre hacia un obrar agradable a Dios. El único hombre que cumplió esta ley por completo y sin transgresión alguna, es Jesucristo: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir” (Mateo 5:17).
Lo siempre vigente y necesario de la ley mosaica fue resumido por Jesucristo en el mandamiento del amor a Dios y al prójimo: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. […] Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:37 y 39).
Después de su resurrección explicó a los discípulos que en Él se había cumplido todo lo que está escrito en la ley de Moisés, en los profetas y en los Salmos (cf. Lucas 24:44).
De esto se puede sacar como conclusión que Cristo es el cumplimiento y al mismo tiempo el fin de la ley. A través de Cristo ha llegado a su fin la idea del antiguo pacto de que la ley es el camino a la salvación. Jesús trazó un nuevo camino, el camino de la gracia.
“Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree”
Romanos 10:4