La Iglesia Nueva Apostólica de la A a la Z

Emblema

El emblema de la Iglesia es la señal visual por la que se reconoce a la Iglesia Nueva Apostólica y, por lo tanto, forma parte de su identidad. El simbolismo de la cruz, el sol y el agua es una referencia a la Iglesia cristiana, no se le asigna un significado más amplio.

Como marca registrada, el emblema de la Iglesia tiene protección jurídica en todo el mundo, otorgándole su carácter oficial a las publicaciones de la Iglesia, así como a formularios y cartas. En las relaciones públicas, el emblema adquiere en conexión con el cuadrado y el color de la Iglesia la función de logo, que se identifica con la Iglesia como un símbolo y garantiza que se la reconozca.

 

Espíritu Santo

El Espíritu Santo es verdadero Dios. Es la tercera persona de Dios que con el Padre y el Hijo es adorado como Señor y Dios. El Espíritu Santo procede de Dios, el Padre y el Hijo. El Espíritu Santo vive eternamente en comunión con ellos y, como ellos, está activo universalmente.

Se debe diferenciar entre el Espíritu Santo como persona de la divinidad y el Espíritu Santo como don de Dios. El Espíritu Santo como don de Dios es un regalo de Dios y un poder que proviene del trino Dios. El creyente que recibe este don, al mismo tiempo es colmado del amor de Dios. Los bautizados que reciben el Espíritu Santo como don de Dios, se convierten en hijos de Dios.

 

Eutanasia

Quien practique eutanasia activa –lo cual significa que realice actos que lleven a la muerte de un moribundo– está transgrediendo el quinto mandamiento. La eutanasia pasiva –es decir, el dejar de utilizar recursos que prolonguen la vida– bajo estrictas condiciones no es considerada una transgresión del quinto mandamiento. La decisión sobre medidas para prolongar la vida compromete en primer lugar al mismo paciente. En caso de ausencia de voluntad de su parte, esta decisión debe ser tomada llegando a un acuerdo entre médicos y familiares atendiendo siempre los intereses del moribundo.