El Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica

5.3.8.4 Diferentes formas de hurto

Aunque existe hurto en el verdadero sentido cuando se sustrae la propiedad material o espiritual a su legítimo dueño, también existen otras formas de hurto. Así, también el fraude puede ser considerado hurto en el sentido del séptimo mandamiento.

El hecho relatado en Lucas 19:1-10 ilustra este aspecto. La fortuna del publicano Zaqueo fue ganada en su mayoría por fraude. Después de que Jesús fue a su casa, el publicano prometió: “He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado" (Lc. 19:8). Este ejemplo extiende el concepto del hurto aún más en el área de las relaciones interpersonales: también incluye la usura, la explotación de la desgracia ajena, la malversación y el desfalco. El fraude, la evasión de impuestos, la corrupción y malgastar el dinero confiado, también caen dentro de esta categoría.

Por ende, el séptimo mandamiento es una exhortación a no inmiscuirse de ningún modo en la propiedad de otra persona, a no restringirla injustificadamente; tampoco robarle su honor, su reputación o su dignidad como ser humano.

EXTRACTO

Está prohibido tomar aquello que le pertenece al prójimo, sea en la forma que fuere. (5.3.8.1)

El séptimo mandamiento también es una exhortación a no ofender al prójimo en su honor, su reputación o su dignidad como ser humano. (5.3.8.4)