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El Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica
- Índice
- 5.3.9.1 Significado original
- 5.3.9.2 Ejemplos de falso testimonio en el tiempo del Antiguo Testamento
- 5.3.9.3 Ejemplos de falso testimonio en el tiempo del Nuevo Testamento
- 5.3.9.4 El falso testimonio hoy: prohibición de la mentira y el engaño
- 5.3.9.5 Otras transgresiones al octavo mandamiento
- 5.3.9.6 El falso y el verdadero testimonio en el sentido espiritual
5.3.9.6 El falso y el verdadero testimonio en el sentido espiritual
El trino Dios es la esencia de la verdad (Jn. 17:17; 14:6; 16:13); por el contrario, el diablo es padre de mentira (Jn. 8:44). A su falso testimonio se contrapone el testimonio verdadero del Espíritu Santo.
Los cristianos han sido llamados para dar un testimonio verdadero; si creen en el Evangelio, lo anuncian y se conducen como corresponde.
EXTRACTO
En principio, el octavo mandamiento se relacionaba con declarar una mentira ante la justicia. Tanto una acusación falsa como también una declaración falsa de un testigo podían ser un falso testimonio. (5.3.9.1)
Todo falso testimonio equivale a una mentira. En un sentido más amplio, el octavo mandamiento puede ser interpretado como prohibición de cualquier acto que no se corresponda con la verdad. (5.3.9.4)
Los cristianos deben dar un testimonio verdadero creyendo en el Evangelio, anunciándolo y conduciéndose como corresponde. (5.3.9.6)