El Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica

3.3.1 Dios, el Creador

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra" (Gn. 1:1). Esta afirmación del primer versículo de la Sagrada Escritura expresa una verdad básica que profesamos en el primer artículo de la fe. Es Dios quien ha creado los mundos celestiales y el espacio, y le ha dado a la tierra su lugar en el universo: aquí Dios se ha hecho hombre.

Todo lo que existe ha sido producido por la acción creadora de Dios. Por un lado, ha efectuado esta creación de la nada (“creatio ex nihilo") y sin ningún modelo, es decir en forma completamente libre: “Dios [...] llama las cosas que no son, como si fuesen" (Ro. 4:17; comparar con He. 11:3). Por otro lado, ha formado las cosas y los seres vivientes de la materia creada por Él (Gn. 2:7-8 y 19). Toda su creación está sujeta a Él.

La creación y el orden de la misma dan testimonio de la sabiduría de Dios, cuya grandeza ningún hombre puede imaginar. Con admiración, el salmista exclama: “¡Cuán innumerables son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría; la tierra está llena de tus beneficios" (Sal. 104:24).

En el Nuevo Testamento se manifiesta que Dios ha creado todo a través de su Hijo. Esto se ve ante todo al comienzo del Evangelio de Juan: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho" (Jn. 1:1-3; comparar con Col. 1:16; He. 1:2; ver 3.4.2).

Así como el Padre y el Hijo, también el Espíritu Santo es Creador. Lo sugieren las palabras: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza" (Gn. 1:2 y 26).

A través de su palabra, el Dios trino ha creado el mundo material; Él lo conserva en su existencia y lo gobierna. En este respecto, la creación no sólo contiene el misterio de su origen y su comienzo, sino también el de su continuación y su futuro. Todo muestra el constante desvelo de su Creador: “Porque tú amas todo lo que existe y nada de lo que has hecho abominas; pues tú no has dispuesto nada, contra lo cual tuvieres odio. ¿Cómo podría permanecer algo, si tú no quisieras? ¿Cómo podría conservarse lo que no hubieses llamado? Tú, sin embargo, con todo eres indulgente; porque son tuyos, Señor, amante de la vida, y tu Espíritu incorruptible está en todos" (La Sabiduría de Salomón 11:24 a 12:1).

EXTRACTO

Dios se manifiesta como Padre, en forma insuperable, en la encarnación de Dios, el Hijo. (3.3)

Cuando se emplea el concepto “Padre" en conexión con Dios, se relacionan con el mismo distintos aspectos de la creación, de la autoridad y de los cuidados solícitos. (3.3)

Todo lo que existe ha sido creado por Dios a través de su palabra. Por un lado, ha efectuado esta creación de la nada y sin ningún modelo. Por otro lado, ha formado las cosas y los seres vivientes de la materia creada por Él. Toda su creación está sujeta a Él. Él conserva a la creación y la gobierna. (3.3.1)