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El Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica
- Índice
- 8.2.1 Nombres del Sacramento
- 8.2.2 Indicaciones del Antiguo Testamento sobre la Santa Cena
- 8.2.3 Los milagros de Jesús sobre la alimentación y la Santa Cena
- 8.2.4 La cena de Pascua
- 8.2.5 La institución de la Santa Cena por Jesucristo
- 8.2.6 La Santa Cena en la primera epístola a los Corintios
- 8.2.7 Significado de pan y vino
- 8.2.8 La Santa Cena como cena de conmemoración
- 8.2.9 La Santa Cena como cena de confesión
- 8.2.10 La Santa Cena como cena de comunión
- 8.2.11 La Santa Cena como cena del tiempo final
- 8.2.12 La verdadera presencia de cuerpo y sangre de Cristo en la Santa Cena
- 8.2.13 La verdadera presencia del sacrificio de Jesucristo en la Santa Cena
- 8.2.14 Relación del perdón de los pecados y la Santa Cena
- 8.2.15 La Santa Cena y el ministerio de Apóstol
- 8.2.16 Las palabras de consagración de la Santa Cena
- 8.2.17 El festejo y la recepción de la Santa Cena
- 8.2.18 Condiciones previas para recibir la Santa Cena
- 8.2.19 Cómo se recibe la Santa Cena
- 8.2.20 Efectos de la Santa Cena
- 8.2.21 Derecho para participar de la Santa Cena
- 8.2.22 Celebración de la Santa Cena en las Iglesias
8.2.3 Los milagros de Jesús sobre la alimentación y la Santa Cena
Los Evangelios dan cuenta de que Jesucristo comió y bebió con los pecadores. A diferencia de los fariseos y escribas, participó en la mesa para estar en comunión con aquellos que según la ley mosaica eran considerados impuros y que por lo tanto, estaban excluidos del trato con los devotos (Mr. 2:13-17).
Y Jesús no sólo comió con otros, los Evangelios también informan que proveyó alimentos. Sus milagros de la alimentación, por ejemplo, la alimentación de los cinco mil (Jn. 6:1-15), la alimentación de los cuatro mil (Mt. 15:32-38) y también el milagro del vino en las bodas de Caná (Jn. 2:1-11) son señales del reino de Dios que, en Jesucristo, se acerca a los hombres. La alimentación terrena, más allá de ser una comida para saciar el apetito, alude a la salvación en Cristo. Esto queda en claro por las palabras del Señor cuando se refirió a la alimentación de los cinco mil expresando que Él mismo era “el pan de vida" (Jn. 6:26-51).