El Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica

13.1 La oración

En muchas religiones, las oraciones son expresión de entrega a un ser superior. La oración es, en general, la forma de expresar la devoción.

El cristiano entiende por oración una posibilidad que Dios brinda al hombre para comunicarse con Él. En la oración, el creyente experimenta que Dios está presente, Dios oye y Dios responde. Así, el hombre creyente se inclina en humildad ante la majestuosidad y el amor de Dios. La oración está estrechamente relacionada con el Espíritu Santo (Ro. 8:26).

En el Antiguo y el Nuevo Testamento, la oración es expresar en palabras la fe en Dios, quien se ha revelado como Creador, Sustentador y Redentor. Dios se dirigió primero al hombre; por eso la oración siempre es la respuesta del hombre a la palabra emitida por Dios.

La idea simbólica de que orar es como el “respirar del alma" deja en claro lo necesaria que es la oración para la fe. Una fe sin oración no es una fe viva. En la oración se expresa el amor y el respeto hacia Dios. Las peticiones se presentan a Dios en la certeza de que el Todopoderoso guiará todas las cosas para bien del que ora y para su eterna salvación.