El Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica

12.1.8.6 El pecado que no es perdonado

Existe un pecado que no es perdonado: la blasfemia contra el Espíritu Santo. Al respecto dijo el Hijo de Dios: “Pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno" (Mr. 3:29). Comete blasfemia contra el Espíritu Santo quien por hostilidad o un móvil despreciable presenta consciente e intencionadamente al Espíritu Santo como demoníaco e inductor a la tentación.