El Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica

12.1.7.2.4 “Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra."

Dios es omnipotente; su voluntad está sobre todo. En el cielo, el dominio donde Dios reina, su voluntad rige ilimitadamente.

Dios quiere ayudar al hombre pecador a salir de las consecuencias del pecado y a que sea salvo (1 Ti. 2:4). Para hacerlo posible, envió a su Hijo. Jesucristo se ofreció en sacrificio para que se cumpliese la voluntad del Padre (He. 10:9-10).

En la petición “Hágase tu voluntad" se expresa el deseo de que Dios también sobre la tierra realice todo conforme a su voluntad. A causa de su pecaminosidad y del poder de Satanás, que aunque ha sido quebrantado aún sigue actuando, los hombres no pueden corresponder a ello. Sin embargo, la petición de los creyentes también implica que ya hoy en su vida sobre la tierra logren obrar conforme a la voluntad de Dios.

Con esta petición además se expresa la nostalgia de que Dios lleve pronto su Obra Redentora a la consumación.